La Vida se nos presenta como un volcán a punto de estallar…una explosión de fuerza, de vitalidad y de acción….donde está todo por hacer!
Mientras que el Duelo, se nos presenta como un proceso largo, doloroso, carente de sentido y falto de energía….donde podemos llegar a sentir que es el fin…
Pero…….La vida es…. ¿solo vitalidad y acción? o tal vez la vida hace parte del dolor, de la elección, de la decisión, de la perdida….de la experiencia.
Y acaso el duelo es solo: ¿Dolor, fin, agonía y sufrimiento? O tan solo es parte de la vida y de la acción…
Si sentimos y vivimos la vida, podremos hallar en ella distintas cualidades que hacen parte de su existencia, una parte de ella sin duda nos hablara de la pérdida…Pensemos en cada paso que damos, en cada decisión, en cada separación, en cada experiencia …..y empezaremos a darnos cuenta que en la misma vivencia de la vida se encuentra impreso nuestro duelo.
Los años pasan, las personas pasan, las etapas pasan…todo en continuo movimiento…todo cambiando y transformándose…la vida se muestra en toda su creación en toda su acción…las vivencias se acercan y se alejan…..El movimiento de la creación sucede casi sin darnos cuenta, nuestra vida se experimenta en linealidad…en cronicidad…es algo en lo que a veces no solemos profundizar, simplemente entendemos que “Es así”.
Tal vez tendríamos que hablar de ello, recapacitar y reflexionar sobre las cosas, personas, creencias, experiencias, años etc que hemos venido perdiendo a lo largo del tiempo para darnos cuenta que el desarrollo de la vida nos permite cada año de nuestra vida estar más familiarizados con este proceso de duelo…
Es la vida misma quien nos enseña, la experiencia de unión y separación con lo adquirido y lo perdido…es la vida misma la que nos enseña a seguir….la que nos comunica que nuestro recorrido continua….
Aunque ella misma puede ser muy persuasiva a la hora de hacernos pensar y reflexionar sobre este hecho. Ya que no podemos negar el profundo dolor que puede causar la muerte de un familiar o de un ser querido.
Esta experiencia sin lugar a dudas, nos hace ver con más ahínco, que la vida se vive en presente y que la lógica en si misma de este doloroso momento tiene un mensaje clave que es: VIVIR LA VIDA no sobrevivirla.
Sugiere el aprovechar los días, los meses, los años, las personas importantes, las cosas, las situaciones etc…en consciencia en sentido de unicidad y exclusividad…pues cada momento, persona, vivencia es única!!
Parece una lección muy dura de entender y lo es…a veces es muy triste que este acontecimiento tan doloroso nos permita reflexionar sobre lo que tenemos, sobre lo que tuvimos y sobre lo que no debemos olvidar. La Vida parece que vuelve a enseñarnos que hay que ser conscientes del movimiento.
Y la misma connotación del duelo. …también parece hacernos pensar en la lucha. En el duelo que vivimos entre la realidad de la vida y nosotros mismos.
Como si fuésemos espadachines…dispuestos a ganar este combate..
Nuestras emociones, pensamientos y sentimientos luchan sin cesar…porque se resisten a comprender y entender esta gran verdad. Para este proceso tan vivencial y profundo hace falta tiempo, tiempo de Vida….tal vez días, meses y años….de camino vivencial.
La aceptación del “Contrato de la vida”, implica aceptar sus condiciones y comprender que es más importante SER en cada instante, para sentir en totalidad la vida misma con sus gratos y hermosos acompañantes…nuestros seres queridos, familiares, el mundo y nosotros mismos….
La decisión está en nosotros:
¿Aceptamos vivir la Vida en su totalidad? o ¿Aceptamos la vida a trozos?